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Durante los años ochenta, el pensamiento en torno al arte en el contexto angloamericano se ve profundamente transformado por la influencia de la filosofía y la teoría crítica francesa y, en menor grado, alemana. La recepción de este pensamiento trajo consigo una profunda renovación de los lenguajes y problemas centrales de la crítica y la historia del arte. Pero más allá de eso, naturalizó la idea de un discurso en torno al arte estrictamente teórico, una "teoría del arte".
La influencia de este pensamiento en el discurso dominante angloamericano, sus viajes de ida y vuelta, su ensamblaje con el psicoanálisis, el feminismo y el discurso poscolonial, y finalmente su expansión académica global, han dado forma al contexto discursivo en el que aún hoy nos situamos para abordar el arte. Este ciclo de seminarios pretende, por un lado, evaluar la vigencia de los conceptos, problemáticas, antagonismos y debates que marcaron la década de los ochenta y, por otro, apuntar a posibles vías de renovación en un momento en el que posturas que antaño parecían "radicales" se encuentran cómodamente instaladas en los entornos más académicos.
Judith Barry "A la sombra de la ciudad… vamp r y  ", 1985

Programa

Lunes 5 y martes 6 de marzo, de 19.30 h a 21.30 h.

Lunes 5 de marzo
La gran división de los años ochenta: cuando el trabajo intelectual y la crítica social separaron sus caminos...
En esta sesión se tratará de recontextualizar por completo muchas de las revoluciones (y contrarrevoluciones) intelectuales de hace treinta años: el auge de las políticas de la identidad y las teorías posidentitarias; la ruptura entre la crítica social y la crítica textual; la formación inicial de un léxico crítico globalizado y unido en la escena académica; y el giro de algunos grandes pensadores hacia la ética y la teología (Derrida), la estética y la epistemología (Deleuze) o un nuevo tipo de metafísica (Badiou).
Lo que estas tendencias tienen en común es su difícil relación con el contexto reaccionario sin precedentes de la política occidental de los años ochenta, ante el que parecen reaccionar o bien escapando del campo de batalla social o sustituyéndolo por un campo de batalla textual, simbólico, completamente cultural. Una nueva forma de impotencia intelectual o desconexión crítica surgió de este contexto, algo que explica por qué resulta tan difícil hoy en día, incluso para los intelectuales públicos más radicales, lidiar con nuestra catástrofe global y con las revueltas de los movimientos sociales. Puede que el año 2011 haya demostrado que el grueso de la casta intelectual andaba equivocada, del mismo modo que sucedió en el año 1968, forzando un aggiornamento del campo intelectual y su sofisticado mercado de ideas.

Martes 6 de marzo
Jugando con la subjetividad: el accidente crítico y el final del individuo
Entre los varios temas que propusieron los pensadores radicales de los años sesenta y setenta, y que después se apropió el mundo del arte contemporáneo, la "crítica del sujeto" quizá sea el más relevante. Esto es así en la medida en que se anticipó a la evolución de los procesos artísticos, desde la creación individual (el modelo del "genio") hasta las recombinaciones ingeniosas (el paradigma del "DJ"); nos ayudó también a librarnos de monolitos intimidadores como la conciencia moral o el "compromiso" del artista; y además apuntaba a formas de crítica radical no predecibles, no individuales y no completamente intencionales, que se desarrollaban en torno a conceptos como "resistencia/control", "desidentificación", "involuntarismo" o incluso "el Evento".

Al señalar una ruta para abandonar el humanismo occidental y abrir el camino al relativismo cultural y las afirmaciones poscoloniales, y al enfrentar la política artística con las nuevas tecnologías y una diseminación de las percepciones sin precedentes, la mal llamada "crítica del sujeto" (y las críticas de la representación y la teorización que surgen de ella) ha inaugurado una nueva era en la antigua relación entre Arte y Teoría. Y lo ha hecho aun a riesgo de despolitizar las nuevas proposiciones del arte al desconectar la posibilidad de levantamiento social de cualquier voluntad colectiva (y convirtiendo los eventos críticos en meros "accidentes"), ofreciéndose a imitar y superar la locura del capitalismo en lugar de criticarla de forma ingenua.

François Cusset
Es catedrático de Estudios Americanos en la Université de Paris Ouest, editor y columnista. Con anterioridad ha sido director de la agencia de editores francesa de Nueva York, FC. Es el autor de Queer critics: La littérature française déshabillée par ses homo-lecteurs (PUF, 2002), French Theory (La Découverte, 2003), publicado en castellano como French Theory. Foucault, Derrida, Deleuze & Cía. y las mutaciones de la vida intelectual en Estados Unidos (Melusina, 2005), La décennie: Le grand cauchemar des années 1980 (La Découverte, 2006) y Contre-discours de Mmai: Ce qu'embaumeurs et fossoyeurs de 68 ne disent pas à ses héritiers (Actes Sud, 2008). Su obra se centra en la historia intelectual y la política de la teoría. En sus últimos trabajos ha abordado las promesas y paradojas del actual "retorno de lo crítico" y la eliminación cultural e histórica de "el pueblo" como concepto y significante en el contexto de la actual insurgencia global.

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Las derivas de la teoría (2ª sesión)