Jaume Xifra

Nacido en Salt (Girona) en 1934, Jaume Xifra fue el primero de los artistas conceptuales catalanes que se marchó a Francia en plena dictadura, en 1959. Primero se instaló en la Provenza y al año siguiente en París, donde estudió arte en la Académie Populaire d’Arts Plastiques y cine en la École Pratique des Hautes Études. Fue ayudante de los escultores Apel·les Fenosa y César, e inició su obra propia con una serie de pinturas que partían del rastro del objeto. Realizadas con la técnica del pochoir o estarcido y espráis, desplegaban una mirada crítica sobre la sociedad de consumo. Entre 1969 y 1972, tuvo un papel destacado entre el grupo de artistas conceptuales conocidos como los Catalanes de París, junto a Antoni Miralda, Joan Rabascall, Benet Rossell y la francesa Dorothée Selz, con quienes desarrolló los «ceremoniales», acciones de gran participación colectiva. En contacto con la cultura popular chilena de Huaquén, creó un conjunto de obras que conectaban con el mundo de la ritualidad y la simbología cósmica. Ya en los años ochenta, el diseño de un programa informático-lingüístico le permitió volver a la pintura, campo en el que creó un sistema propio de computer painting. A partir de distintas familias de signos, se combinaban formas que generaban el retrato de una persona o de un objeto. En conjunto, la obra de Xifra es una obra visionaria que enlaza con la tradición del dadá, los objetos imposibles, el objeto ritual y la combinatoria entre tecnología y creación artística.