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Peter Fischli (Zúrich, 1952) y David Weiss (Zúrich, 1946) empezaron a trabajar juntos en 1979. La exposición que el MACBA les dedicó en 2000 presentó una selección de las obras realizadas durante esos primeros veinte años de colaboración artística. Utilizando técnicas tan diversas como el vídeo, el cine, la fotografía, la escultura o la instalación, la obra de Fischli & Weiss propone una revisión de nuestras dinámicas de percepción de la realidad cotidiana, a través de la distorsión del elemento temporal. En un mundo acelerado y saturado de imágenes e información, sus representaciones en tiempo real, pormenorizadas y pausadas, nos permiten hacer un alto en el camino, a la vez que nos confrontan a la imposibilidad de abarcar la obra (y el mundo) en su totalidad.

La pieza Visible World (2009), que daba título a la exposición, estaba compuesta por catorce mesas de luz sobre las que se habían distribuido 2.800 diapositivas tomadas por los artistas durante sus viajes por todo el mundo. El resultado ofrecía una lectura personal de la idea de atlas –o mejor dicho, de antiatlas– como proceso de documentación de los hechos, lugares y conocimientos de la vida cotidiana.

Los doce monitores que formaban la videoinstalación Sin título (1995) proyectaban 96 horas de las grabaciones en vídeo que Fischli & Weiss habían realizado durante sus habituales paseos por Zurich. Así la realidad ordinaria y aparentemente anodina conquistaba terrenos reservados para la ficción y el misterio.

Mundo visible mostraba una selección de las obras realizadas por los artistas suizos Peter Fischli (Zurich, 1952) y David Weiss (Zurich, 1946) desde que empezaron a colaborar juntos, hace veinte años. Utilizando técnicas tan diversas como el vídeo, el cine, la fotografía o la escultura, su trabajo constituye una revisión de la percepción de la realidad cotidiana que distorsiona el uso del elemento más valioso de la vida moderna: el tiempo. Centrándose en los acontecimientos más corrientes de la vida ordinaria e invirtiendo el tiempo en representaciones de lo cotidiano, frenan la celeridad de la vida moderna.

La obra de los artistas suizos Peter Fischli y David Weiss implica una revisión de la percepción de la realidad cotidiana. Con un amplio lenguaje artístico que contiene toques de humor y de drama, los artistas revelan aspectos del día a día de un modo extraordinario. En un mundo de cambios y prisas, sus actos, escenificados en tiempo real y en directo, parecen un antídoto, un remedio para salvar algo que de otro modo se perdería en la velocidad de la vida moderna: la atención por el tránsito tranquilo de lo ordinario. Las representaciones narrativas de Peter Fischli y David Weiss descubren y analizan elementos de nuestra existencia diaria de una forma que choca y desconcierta.

Esta exposición constituye la primera presentación de un nuevo trabajo de Peter Fischli y David Weiss, una elaboración de la investigación continua de los artistas sobre las nociones de lugar y documentación respecto a lo ordinario. El resultado es una lectura personal de la idea de atlas o enciclopedia, como recopilación de hechos de la vida y conocimientos del hombre. Pero su versión se lee más como un antiatlas, ya que en esta nueva obra, los puntos focales son los opuestos a los de un atlas genérico, cuestionándose el valor de ese tipo de colecciones en un mundo donde la velocidad y el cambio son cruciales.

Además, para la exposición en el MACBA, se ha hecho una selección de trabajos más antiguos como contraposición a la obra nueva. Entre estas obras, se incluye una serie de fotografías a doble exposición, centradas en los procesos de lento desarrollo de la vida de las plantas, las flores y las setas. También se presenta una selección de los Reisevideos, unos vídeos de larga duración filmados en tiempo real mientras los artistas paseaban o iban en coche por su ciudad, Zurich. En esos vídeos se juega con las expectativas del público, ya que en general son demasiado largos para verse durante el horario de apertura del museo, y hacen que el espectador se espere para ver "el momento" del vídeo en que pasa algo, o se pregunte si ya ha pasado el momento, si se habrá "perdido" algo. Pero de hecho, no hay posibilidad de "perderse" nada en estos vídeos: en todo caso, los vídeos ofrecen la posibilidad de hacer reflexionar al espectador sobre la particularidad del momento más vulgar, de hacernos mirar la realidad de un modo nuevo. Ocultando una gran parte de la realidad en los vídeos, la banalidad de la cultura cotidiana se vuelve misteriosa, mientras que el misterio se diluye en la banalidad.

Comisarios: Roland Groenenboom y Manuel J. Borja-Villel.

Itinerancias

16 JUN. - 11 SEP. 2000 Salas del museo 
07 JUN. - 07 OCT. 2001 Fundação Serralves