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Las imágenes extraídas de los medios de comunicación impresos constituyen la materia prima del arte de Eulàlia Grau (Terrassa, 1946). Desde principios de los años setenta, crea montajes fotográficos y collages que actualizan la tradición vanguardista del arte comprometido con valores que están en crisis en el momento histórico de la producción de la obra. La artista denuncia el modo en que la prensa de la época, en línea con los poderes económico y político, sirve a los intereses de una sociedad vigilada, censurada, injusta y machista. Los medios propagan modelos sociales de dominación económica y cultural, y formas de violencia ideológica y física. La obra de Eulàlia se ha convertido en el documento de un periodo de cambios y crisis que presenta incómodos paralelismos con el presente. Su opción estética no se entiende sin un firme compromiso ético: ocupa un lugar destacado entre las prácticas artísticas que constituyen el espacio de expresión de los feminismos de finales de la modernidad, y forman parte de los movimientos de opinión que impulsan profundos cambios en la sociedad durante los últimos años de la dictadura de Franco y la Transición.

Inauguración: 7 de febrero de 2013. Fechas: del 8 de febrero al 30 de junio de 2013. Comisaria: Teresa Grandas. Organización y producción: Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA)

Nunca he pintado ángeles dorados ofrece un recorrido por las "pinturas" –como la propia artista denomina sus obras– que hoy hablan con un interés renovado. La exposición no está organizada como un recorrido estrictamente cronológico, sino que se construye como un relato visual centrado en temas que siempre han interesado a Eulàlia: desde los mecanismos de control más evidentes, como la policía o las cárceles, hasta dispositivos más sutiles pero no por ello menos eficaces, como la escuela, las jerarquías laborales, el acceso a la vivienda y a la justicia o los roles de género. Sus serigrafías y telas emulsionadas se exponen junto a trabajos menos conocidos como carteles e intervenciones gráficas en revistas y libros, medios que la artista utiliza para acceder a un público más amplio, más allá de los circuitos del arte, entonces prácticamente inexistentes.

La exposición recorre el trabajo de Eulàlia Grau haciendo énfasis en las obras de los años setenta y principios de los ochenta, cuando su producción fue más intensa. Incluye obras como Etnografías (1972-1974), La cultura de la mort (1975), ...Inventemos también nosotros... (1976), El règim capitalista crea cada dia situacions com aquesta en la classe obrera (1976), Mínimos y máximos (1976-1977), Orden público (1978) o Klara (1983-1984). Si la disciplina etnográfica se basa en un estudio descriptivo de las prácticas de los grupos humanos, Eulàlia realiza una descripción visual de la lógica social en el contexto del capitalismo moderno. Escenas de manifestaciones, atracos a bancos, persecuciones policiales, trabajadores heridos y empresarios condenados por fraude pero indultados, forman parte de sus mosaicos visuales, tan modestos como impresionantes.

La artista pone también en evidencia las diferencias sociales visibles en los hogares, los estereotipos de los roles femeninos y masculinos que se enseñan en la escuela y otras formas menos evidentes de transmisión del poder. Las obras críticas con la situación de la mujer, como Discriminació de la dona (1977), entre otras, no solo documentan la subalternidad de género en el ámbito doméstico o del hogar, sino también en el mundo laboral, legal y jurídico.

La exposición incluye libros como Cancionero de los hombres verticales y de los hombres horizontales (1975) y Per què? (1979), carteles como Flic-Story. Historia de detectives (1979) y Desarmament - Desenvolupament (1979), e inserciones en revistas. Destaca el cartel de grandes dimensiones El cost de la vida (1977-1979), presentado en varios espacios públicos, entre los que cabe mencionar el exterior de la fábrica de electrodomésticos Lavis de Barcelona, donde se expuso en mayo de 1980 con motivo de una huelga de trabajadores. El cartel, concebido como un quadrillage, adoptaba el concepto de Michel Foucault para designar una cartografía o una red de conexiones de control espaciotemporales. En él, Eulàlia llevaba a cabo un análisis comparativo de los tres estadios del capitalismo: el protocapitalismo, propio de países como España, Italia o Francia; el poscapitalismo de Alemania; y el precapitalismo del Tercer Mundo.

En un momento en el que los medios de comunicación de masas y el exceso de imágenes tienen un papel central en la percepción de los hechos, el mensaje de Eulàlia Grau es de absoluta actualidad. En este sentido, el MACBA presenta una obra inédita de producción reciente, Me gustaría morir en un lugar donde nadie me viera. María (2011-2012). Consiste en una doble proyección que toma el título de una frase pronunciada por la protagonista. Mientras, por una parte, asistimos al día a día y a las rutinas de una mujer sin techo que deambula por las calles de Barcelona, por otra vemos imágenes procedentes de internet sobre casos actuales de corrupción política y financiera. La contraposición de imágenes y la asociación de ideas constituyen una de las herramientas de análisis más habituales de Eulàlia. En este caso, se trata de una obra inédita que pone en valor la coherencia de su posición y la vigencia de su producción.

En el texto del catálogo de la exposición en la Galería Ciento de Barcelona en diciembre de 1979, Maria Aurèlia Capmany aludía a la idea del safari fotográfico y hablaba de la "cacería de imágenes" que caracterizaba el trabajo de esta artista. Entendiendo el arte como una práctica política, su obra levanta acta minuciosa de las debilidades, carencias, contradicciones y perversidades del sistema. La exposición Nunca he pintado ángeles dorados muestra la vigencia de la mirada y del trabajo de una de las artistas catalanas más significativas que emergió en el contexto de las prácticas de vanguardia de los años setenta. Parafraseando una conocida revista de agitación cultural, la obra de Eulàlia nace "con inquietud y por necesidad".

Artista

Eulàlia Grau
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