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El matrimonio formado por Annick y Anton Herbert inició su colección artística en torno a 1973 en la ciudad belga de Gante. Sus preferencias quedaron claras ya desde el principio: “Nosotros no hemos coleccionado obras de arte, sino una nueva forma de pensar”, declaró años más tarde Anton Herbert. En una época marcada por la eclosión de nuevos debates y comportamientos artísticos, los Herbert tomaron partido. Se alejaron de las prácticas más ligadas al mercantilismo y la fetichización del objeto, para establecer un compromiso activo y directo con los artistas y la sociedad de su tiempo. El arte conceptual, el arte povera y el minimalismo devendrían los ejes de su colección, que incluye obras de artistas como Carl Andre, Art & Language, Marcel Broodthaers, Gilbert & George, Dan Graham, On Kawara, Joseph Kosuth, Donald Judd, Sol LeWitt, Mario Merz, Bruce Nauman, Michelangelo Pistoletto, Gerhard Richter y Lawrence Weiner. En la décadas de los ochenta y los noventa la Colección se abrió a las propuestas de una nueva generación de creadores que revisaban las posturas conceptuales. Es el caso de Rodney Graham, Mike Kelley, Martin Kippenberger, Jan Vercruysse y Franz West.

Espacio público / Dos audiencias. Obras y documentos de la Colección Herbert fue la exposición más extensa que se había realizado hasta la fecha de la Colección. La muestra se inscribe en la línea de exposiciones que el MACBA ha dedicado a otras emblemáticas colecciones europeas, como la Colección Onnasch en 2001 y la Colección de Dorothee y Konrad Fischer en 2010.

El MACBA presenta la muestra más extensa hasta la fecha de obras de la Colección Annick y Anton Herbert, de Gante (Bélgica), poco conocida por el gran público dado que sus propietarios han sido siempre reticentes a su exhibición. En esta exposición, que ocupará más de dos plantas del Museo, se presentan unas ciento cincuenta obras de destacados artistas asociados al minimalismo, el arte conceptual y el arte povera.

Para Annick y Anton Herbert el coleccionismo de arte constituye una forma de compromiso y, a la vez, un modo de participar en las estructuras sociales. Los Herbert iniciaron su colección en 1973 planteando una postura radical, alejada de la superficialidad de otros coleccionistas; impulsados por una búsqueda de profundidad y compromiso en relación con sus adquisiciones, escogieron aquellos lenguajes que rehuyen la grandilocuencia y el triunfalismo. En la Colección Herbert no hay lugar para la espectacularidad: no han entrado los artistas pop, ni los neoexpresionistas, ni los representantes del “gesto apasionado” o enfático. Tampoco las estructuras difusas, como los happenings, el movimiento Fluxus, el accionismo vienés o la performance. Annick y Anton Herbert, comprometidos defensores del reductivismo del minimalismo, el arte conceptual y el arte povera, convirtieron la defensa de lo que es “esencial” –no “superficial”– en una de las directrices de su colección. En consecuencia, sus primeras adquisiciones fueron obras de Carl Andre, On Kawara, Dan Graham, Lawrence Weiner y Daniel Buren, entre otros. Los Herbert, sin embargo, no representaban un caso aislado con su actitud. Galeristas como Konrad Fischer, Fernand Spillemaeckers, Jack Endler, Art & Project y Nicholas Logsdail desarrollaron una línea de trabajo similar prestando apoyo a determinados artistas, línea que acabó consolidándose como una forma de posicionamiento.

Las obras de la Colección Herbert pueden organizarse en torno a dos momentos, 1968 y 1989, fechas que evocan experiencias políticas de gran importancia: la revuelta estudiantil de 1968 –con su acento en la emancipación y en la liberación del individuo– y el fin del comunismo y el comienzo de una era de revoluciones tecnológicas. Los acontecimientos políticos que marcan estas dos fechas otorgan a esta colección un perfil político inconfundible: el movimiento juvenil contrarrevolucionario, la rebelión contra las tendencias de restauración de los años de la posguerra, la reconsideración de las relaciones entre los sexos, la sensibilidad de una generación ante las estructuras de poder en la vida en sociedad.

Subjetividad, parcialidad, independencia, calidad y flexibilidad son también rasgos de la colección Herbert. Citando a Anton Herbert, el espíritu de esta colección podría quedar explicado con una frase: “No hemos coleccionado obras de arte, sino una nueva forma de pensar.”

Directores del proyecto: Manuel J. Borja-Villel, Anton Herbert, Peter Pakesch
Comisarios en el MACBA: Manuel J. Borja-Villel, Antònia Mª Perelló
Producida por: Museu d'Art Contemporani de Barcelona y Kunsthaus de Graz

Patrocinador de comunicación:
La Vanguardia 125 aniversari
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Con el apoyo de:
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Logos Herbert

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07 FEB. - 01 MAYO 2006 Salas del museo 
10 JUN. - 03 SEP. 2006 Kunsthaus Graz